POR LOS CAMINOS DE LA SIERRA DE ARACENA
Domingo, 17 de Marzo de 2013Por Pepa del Valle
Ruta: Alájar-El Calabacino-Castaño del Robledo-Puente de los Casares-Alájar
De nuevo en ruta.
Esta vez nos dirigimos a la sierra de Huelva, el punto de encuentro fue en Alájar , un pueblo con muchos rincones encantadores a los que merece la pena escaparse de vez en cuando.
Es un pueblo de origen árabe, cuyo nombre significa”la piedra”.
Es un pueblo de origen árabe, cuyo nombre significa”la piedra”.

Se encuentra en el parque Natural Sierra de Aracena y Picos
de Aroche, lugares que mi memoria bien recuerda, cuando en un momento de mi vida yo descubría la alfarería , justo arriba, en lo
más alto del castillo de Aracena, en la casita blanca con patio , la más cercana al castillo , allí en ese lugar torneaba yo las piezas pequeñas de barro que aún conservo.
Alájar sería mi lugar de retiro, así lo sentía yo, y es que la tranquilidad de estos lugares te invitan a ello.Quedarte en el puerto de Montaña más alto de la provincia de Huelva, con 837metros
de altitud, oxigenar te con el aire puro que aquí se respira.
Desde este mismo lugar , en la mañana soleada del Domingo, partimos los 37senderistas,justo a las diez y veinte, después de disfrutar de un exquisito desayuno antes de llegar al pueblo de Alájar.

El grupo caminaba con el objetivo de conocer una de las aldeas donde se practica el neorruralismo,su nombre “El Calabacino”,este lugar fue perdiendo población de forma progresiva a lo largo del siglo XX hasta quedar completamente abandonada.Hasta que a finales de los años 70 del mismo siglo, comienzan a llegar gente que buscaba entornos libres, menos contaminados,
principalmente personas de vida bohemia,dedicadas a la artesanía
o al arte que en su primer momento actuaron como okupas de las casas abandonadas , que posteriormente se fueron integrando
progresivamente en el municipio de Alájar,adquiriendo la propiedad de las viviendas,algunas son pequeñas e interesantes , justo al pasar por este lugar ,pude contemplar una,con su campito alrededor de ella,junto al frondoso y gran bosque.
principalmente personas de vida bohemia,dedicadas a la artesanía
o al arte que en su primer momento actuaron como okupas de las casas abandonadas , que posteriormente se fueron integrando
progresivamente en el municipio de Alájar,adquiriendo la propiedad de las viviendas,algunas son pequeñas e interesantes , justo al pasar por este lugar ,pude contemplar una,con su campito alrededor de ella,junto al frondoso y gran bosque.
Dejamos el tramo de la antigua calzada romana ,la que aún
conserva restos de su empedrado , y dejando atrás la aldea
El Calabacino,no sin antes volver la vista atrás y contemplar
de nuevo la belleza natural del lugar y pensar en la próxima
vuelta.
De nuevo seguí al grupo,noté que el camino empeoraba,tal vez
por la erosión que parecía haber padecido por las fuertes lluvias pasadas.
Nos adentramos en un bosque de castaños,encinas,alcornoques,robles melojos,nogales,pinos,
toda una belleza de legendarios árboles,más una variedad de
zarzas , madroñales , jaras y brezo y otras muchas más especies ,todo ello íbamos cruzando a través del manto de hojas secas del sendero


,camino que nos llevaría a una linda
cascada de agua cristalina ,que bajaba de una fuente natural
en lo más alto de las rocas que allí había.

Aquí fue en el lugar donde comimos juntos,cada uno desperdigado entre las rocas.
Llegamos al pueblo Castaño del Robledo,espectacular
como siempre,blanco,calles empedradas,fachadas antiguas
de pueblo pequeño,pueblos de la sierra,el encanto de la serranía,la pequeña plaza,de calles empinadas.

Al salir de toda esta belleza,recuerdo los puentes de madera por los que pasamos,y la vista de sus riachuelos,y alguna que otra poza para el baño si fuese del antojo de alguno,en este caso no hubo ganas ni de tocarla con la mano,el agua cristalina se sentía fría solo con mirarla.


Después de pasar por Puente de Casares y El Collado, otra
de las aldeas pequeñas, regresamos los 37 senderistas juntos
hasta Alájar,y desde allí cada cual hizo lo que le vino en ganas,
yo subí a la Peña de Arias Montano o Peña de Alájar,del que se dice que es un monumento de gran valor paisajístico e histórico,en la que vivió el humanista Benito Arias Montano.
Cada año,vuelvo de una forma u otra a visitar la Peña de entramadas cuevas,tal vez por la sensación que me produce el contemplar las increíbles vistas desde lo alto de ella,de Alájar todo hacia el sur de la provincia de Huelva.